INNOVACIÓN
El matrimonio que apuesta por la tecnología para salvar corazones
Prevenir, curar, investigar, enseñar. Son los lemas de los doctores Leticia Fernández-Friera y Jorge Solís, el ‘joven talento en pareja’ que desde Harvard hasta llegar a España está revolucionando el abordaje de las enfermedades cardiovasculares
Por Patricia Matey
Hoy el corazón es doble protagonista de este reportaje y, por si fuera poco, en todas sus variantes. La primera de ellas tiene que ver con su salud. Porque centra una de las atenciones preferentes de la investigación científica, entregada a enseñar todas las medidas preventivas que lo salvaguarden, pero también a valerse de las mejores técnicas de diagnóstico de precisión que saquen a la luz los males que le acechan, así como para lograr el tratamiento más efectivo bajo el paragüas de la mejor medicina personalizada. Y está, cómo no, otro aspecto, ese que nos viene siempre a la mente cuando se le menciona: el amor.
«Juntos abandonaron el sueño de ejercer la profesión en EEUU para traernos el conocimiento adquirido al otro lado del Atlántico»
Y ambas variables confluyen casi a la perfección en dos cardiólogos, la Dra. Leticia Fernández-Friera y el Dr. Jorge Solís. Ella es investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC), bajo la batuta del Dr. Valentín Fuster, y es la directora de la Unidad de Imagen Cardiovascular del Grupo HM Hospitales. Él es director del área de Cardiología no Invasiva y de la Unidad de Valvulopatías en el Hospital Universitario 12 Octubre de Madrid. Ambos, además, pertenecen a la red nacional CIBER-Cardiovascular.
Imposible resumir sus CV. La Dra. Fernández-Friera recibió la máxima acreditación de la Sociedad Europea de Cardio-Resonancia Magnética y de TAC cardiaco, lo que le ha permitido consolidar un programa de formación de referencia internacional. Entre sus principales líneas de investigación destaca el estudio de la aterosclerosis, con especial interés en prevención, enfermedad cardiovascular de la mujer y técnicas de imagen no invasivas, y ha publicado más de 90 artículos científicos en revistas de alto impacto (‘Nature’, ‘NEJM’, ‘JACC’, ‘Circulation’, etc.).
Mientras que el Dr. Solís estuvo nominado en los Young Investigators Awards por la American Heart Association y la American Society of Echocardiography (2007 y 2008) gracias a sus logros en el campo de las valvulopatías. Es el principal investigador del estudio PROMESA, cuyo objetivo fue analizar el prolapso de la válvula mitral. Su grupo consiguió establecer la base genética de esta patología y sus conclusiones fueron publicadas en las revistas ‘Nature‘, ‘Nature GenePc’ y ‘Nature Cardiovascular Review’. Su dedicación e interés por la investigación se ha visto reflejada en más de 50 artículos científicos publicados en revistas médicas internacionales.
La formación en EEUU
Ambos se conocieron en la Universidad de Harvard cuando investigaban gracias a una beca. Leticia estuvo allí un año y, además, dos más en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, el lugar donde el Dr. Fuster es director del Instituto Cardiovascular y Physician-in-Chief. Además, es el editor jefe del ‘Journal of the American College of Cardiology (JACC)’, la principal fuente de información clínica en el área de la medicina cardiovascular y publicación principal del American College of Cardiology.
Jorge, tras su estancia en el laboratorio de cirugía experimental de la Universidad de Montana, bajo la supervisión del Dr. Carlos G. Durán, continuó su formación durante cuatro años en la Universidad de Harvard (como hemos mencionado anteriormente), donde centró su actividad científica en el desarrollo de la ecocardiografía tridimensional y de nuevas terapias en valvulopatías.
Leticia y Jorge parece que han nacido el uno para el otro. Forman matrimonio desde hace 10 años y son padres de tres hijos (de dos años, seis y ocho). Juntos y de mutuo acuerdo abandonaron el sueño de ejercer la profesión en EEUU para traernos el conocimiento adquirido al otro lado del Atlántico y poder trabajar así con ahínco por la salud de los corazones españoles.
El corazón de todos es vulnerable
Codo con codo, publicaron el libro ‘La salud de tu corazón’ (La Esfera de los Libros). Sin perder de vista que las autoridades sanitarias calculan que en el año 2030 morirán cerca de 23,6 millones de personas por enfermedades cardiovasculares y que seguirán siendo la principal causa de muerte a nivel global durante muchos años, tiene todo el sentido este esfuerzo editorial que nos adentra en el conocimiento del corazón, enseña a prevenir las enfermedades y logra revelar la actualidad más candente en cardiología. Además, el propio Fuster hace el prólogo porque, como él mismo dice, “así entendemos cómo es y funciona nuestro corazón, sabremos dónde y por qué puede enfermar… Todos somos vulnerables”.
Una frase que la doctora necesita recalcar: «Siempre se cree que les pasa a otros, pese a las estadísticas. No somos o no queremos ser conscientes de que solo tienes un corazón y tiene que durarte toda tu vida en las mejores condiciones».
Y, si has llegado hasta aquí, tendrás curiosidad por conocer los motivos que les llevaron a renunciar al ‘sueño americano’ en el último momento. Parte de esa decisión se debe, y con razón, a la huella que deja el ADN. Lo explica el Dr. Solís: “Mi padre era también cardiólogo y de él aprendí lo importante de estar al lado del paciente, su entrega”. Otra, de peso, es que el doctor Fuster, mentor de ambos y director del CNIC, “pese a su insistencia para quedarnos, cedió porque en aquel momento surgió el centro español y nos dijo que era una oportunidad para trasladar a los cimientos de ese gran proyecto toda la formación recibida”. Pero, sobre todo, la «fe en el talento enorme de los cardiólogos e investigadores españoles, y una forma de aportar riqueza es formar a los jóvenes en investigación trasnacional».
Frente a frente, con ellos se siente su pasión y devoción por sus carreras profesionales en armonía con las necesidades personales y familiares. “Me enamoré de su pasión por lo que hacía, su capacidad para romper moldes”, dice Leticia. Responde él: “Casi nadie me ha entendido y ella sí. Y hay que decirlo, tiene una gran fuerza. De hecho, siempre va tres pasos por delante”.
Admiración mutua, determinación y un claro objetivo: elevar el conocimiento de la población y situar a la cardiología nacional en los primeros puestos del ‘ranking’ mundial. Una carrera que ya ha dado frutos si tenemos en cuenta que la visión de ambos especialistas es a largo plazo. Para muestra un botón: volver la mirada al corazón femenino. Reconoce la especialista que aún persiste el mito de que el infarto es solo cosa de hombres, aunque la primera causa de muerte en la mujer es la cardiovascular: «El problema es que ellas tardan más en pedir ayuda debido en parte a que no reconocen los síntomas. Por ejemplo, no siempre la señal es dolor en el pecho. Incluso aguantan más el dolor».
Pero la incidencia está aumentando, «sobre todo porque fuman más que ellos. Todo ello si valoramos, además, los factores de riesgo que se disparan por la vida actual (colesterol, hipertensión, estrés, obesidad, falta de ejercicio…) y los factores específicos de la mujer desconocidos (complicaciones en el embarazo, causas hormonales…)», agrega.
El filón de la tecnología
Si hay además otra realidad que debemos conocer como pacientes, esa tiene que ver con asimilar el concepto de medicina personalizada, que no se enfoca solo al cáncer. En este sentido, el doctor Solís es tajante en dos aspectos de la tecnología que están revolucionando la atención a las enfermedades cardiovasculares: «Las técnicas de imagen que permiten de forma no invasiva detectar precozmente las patologías y ofrecer un tratamiento anticipado. Por otra parte, la tecnología, bien utilizada, nos permite acercarnos más a los pacientes, dedicar más tiempo a lo que es importante para ellos y desarrollar nuestro trabajo en equipos multidisciplinares. Es decir, la tecnología nos ayuda a humanizar la medicina».
«Estamos detrás de un foro de sanidad, pero mucho más innovador, relacionado con la economía, la biotecnología, la informática»
Y pone como ejemplo: «Una de las herramientas que está revolucionando el flujo de trabajo en cardiología es la sonda de ecocardioscopia. Conectada directamente a un ‘smartphone’ o ‘tablet’ permite una conexión remota en tiempo real entre profesionales sanitarios en ubicaciones diferentes. La calidad de imagen es muy buena, es muy versátil y portátil. Se suman a ella la ecocardiografía avanzada, el TAC cardiaco y la cardio-resonancia magnética», documenta.
Fábrica de ideas
Los protagonistas de esta historia abogan por el uso de la tecnología para poder «disponer de herramientas que permitan, desde la telemedicina hasta la comunicación científica internacional, compartir avances, ideas, dudas», declaran. Se entiende entonces esa pasión por arrimarse a la formación de los futuros médicos españoles, pero desde un ángulo más amplio: «Las nuevas generaciones deben romper el tabú del ‘clasicismo’ que habla de sanidad o educación pública y privada».
No solo. «Estamos explorando la realización de un foro de sanidad, pero mucho más innovador, relacionado con la economía, la biotecnología, la informática y la gestión. El objetivo final es cómo podemos mejorar la sanidad de nuestro país», comenta el experto en valvulopatías.
Y, como broche final, el mejor anuncio, la apertura de una clínica que aúna conocimiento, innovación tecnológica, asistencia personalizada… Mucho de lo que habrá que hablar.
Fuentes:
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