Las olas de calor aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias. Sigue estos 9 consejos de nuestros expertos para proteger tu salud durante el verano.
1. Hidratación: tu mejor aliada
Bebe entre 1,5 y 2 litros de agua al día, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ajustando la cantidad según tus necesidades personales y el calor. Si haces ejercicio o sudas mucho, aumenta la ingesta. Sigue siempre las pautas de tu médico si tienes alguna restricción.
2. Sol, con cabeza
Evita exponerte al sol entre las 12:00 y las 17:00. Elige las primeras horas del día o el final de la tarde. Usa siempre protector solar SPF 30 o superior, ropa ligera y gafas de sol. Las altas temperaturas pueden alterar tu presión arterial y sobrecargar tu sistema cardiovascular.
3. Muévete, pero elige bien el momento
Caminar entre 30 y 60 minutos al día a paso ligero es muy beneficioso para tu corazón. En verano, hazlo temprano por la mañana o al caer la tarde para evitar golpes de calor o bajadas de tensión.
4. Apuesta por una alimentación fresca y ligera
El verano invita a consumir más frutas, verduras y platos fríos. Evita los fritos y los excesos de sal o grasas saturadas. Elige preparaciones como plancha, vapor o ensaladas. La dieta mediterránea sigue siendo el patrón más cardioprotector, avalado por la OMS.
5. Di no al tabaco, al alcohol y a las bebidas azucaradas
- El tabaco daña directamente tus arterias.
- El alcohol deshidrata, altera la presión arterial y afecta al sueño.
- Las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de obesidad, diabetes y dislipemia.
Opta por agua, infusiones frías o agua con limón.
Fuente: American Heart Association; ESC Guidelines
6. Duerme bien
Mantén una rutina de sueño estable. Dormir entre 7 y 8 horas por noche regula la presión arterial y protege tu sistema cardiovascular. Usa ropa ligera, mantén una temperatura fresca y evita pantallas antes de acostarte.
7. Cuida tus piernas si viajas
Si haces trayectos largos:
- En coche: para cada 2 horas para estirar.
- En avión o tren: levántate y muévete cada cierto tiempo.
Así reduces el riesgo de trombosis venosa profunda o “síndrome de la clase turista”.
8. No olvides tu medicación habitual
En vacaciones es fácil desordenar rutinas. Lleva tu medicación contigo, no olvides las tomas, y consérvala bien (algunas requieren refrigeración). Consulta con tu médico antes de hacer cambios. Una adherencia correcta al tratamiento es clave para evitar descompensaciones o eventos cardiovasculares.
9. Baja el ritmo y disfruta
El estrés, incluso en vacaciones, puede seguir afectándote: desplazamientos, compromisos familiares, exceso de actividades… Intenta desconectar, dedicar tiempo de calidad a tus seres queridos y descansar. El bienestar emocional es también salud cardiovascular.
Y recuerda: la mejor forma de cuidar tu corazón y evitar problemas cardiovasculares futuros es la prevención. En Atria Clinic somos expertos en Prevención, diagnóstico y tratamiento temprano de patologías cardiovasculares.