Las mujeres también sufrimos infartos, así como otros problemas cardiovasculares a la cabeza en la enfermedad y muerte femenina. El problema es que no se conocen de la misma forma que en los hombres y por tanto no estamos sujetas a la misma prevención ni incluidas en muchas investigaciones. Conozcamos los síntomas, que son distintos a los masculinos, es cuestión de vida o muerte.