Las mujeres morimos más por enfermedades del corazón y nos cuidamos menos

Cuando escuchamos que a alguien le ha dado un infarto el perfil de afectado que se nos viene a la cabeza es el de un varón de edad madura, que come de forma poco saludable y que no está en forma, o por el contrario un deportista de alta intensidad. Pero siendo cierto que esas condiciones suponen un alto riesgo, son a la vez un estereotipo que nos ha hecho mucho daño a las mujeres, porque ha hecho que ni nosotras, ni los que nos rodean, estemos atentas a nuestra prevención cardíaca. Pero hay que decirlo alto y claro: las patologías cardíacas son la principal causa de muerte en la población femenina, y se cobran la vida de una mujer cada 6 minutos en Europa (cada 60 segundos en EE.UU.); estudio ‘Enfermedad cardiovascular en la mujer‘. Sociedad Española de Cardiología.

A la doctora Leticia Fernández-Friera, una de nuestras grandes cardiólogas, con 15 años detrás investigando y trabajando en instituciones de referencia mundial como la Universidad de Harvard, el Mount Sinai Hospital de Nueva York y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CINC) le sigue impactando el desconocimiento colectivo que hay sobre el corazón femenino. La doctora ha vuelto a España y ha cofundado y dirige la Unidad de Cardio-Mujer en ATRIA Clinic. Pero sobre todo, está comprometida con el movimiento ‘Corazón de mujer’, está inspirado en el exitoso ‘Go Red For Women’, creado por la Asociación Americana del Corazón en 2004 y que ha conseguido, junto a otras pequeñas campañas de menor envergadura, una reducción de más de un 30% de la mortalidad cardiovascular en Estados Unidos. Ojalá consigamos al menos lo mismo en nuestro país.

¿POR QUÉ LAS MUJERES TENEMOS UN RIESGO MUY ALTO DE SUFRIR UN INFARTO?

Para empezar, aclaremos que la familia de problemas cardiovasculares a los que nos enfrentamos, hombres y mujeres, van mucho más allá del conocido como infarto, aunque muchas veces los englobemos bajo este extendido término. El infarto agudo de miocardio y la ángina de pecho son formas distintas de un mismo conjunto de enfermedades cardiovasculares conocidas como cardiopatía isquémica (es decir, que de forma parcial o total no llega a las arterias el flujo sanguíneo), son las enfermedades más comunes del corazón pero no las únicas. Otras, pueden afectar a las válvulas cardíacas, a las arterias periféricas (piernas y pies), o pueden expresarse en distintas formas de arritmias. La también popular hipertensión (presión arterial alta) también es una una enfermedad cardiovascular, que puede derivar en otros problemas como insuficiencia o ataque cardíaco, o cerebrovascular.

Si sumamos todas estas patologías, las mujeres ya alcanzamos a los hombres en muertes por problemas cardiovasculares: en España en 2020 perdieron la vida por este motivo 264,7 mujeres por cada 100.000 habitantes, frente a 241,1 hombres.

Los principales motivos de una radiografía tan preocupante son:

• • En los estudios y grupos de investigación no se nos tiene en cuenta de forma representativa: Las mujeres están poco representadas en la investigación, los ensayos clínicos y las publicaciones. Además, en estas patologías, todavía no se reconoce a la mujer en su particularidad ni se sabe lo suficiente, lo que provoca disparidad en el diagnóstico y tratamiento. El impulso de la investigación específica por sexo, constituyen uno los objetivos principales de ‘Corazón de Mujer’.
  • La escala de riesgo está pensada para los hombres: Otra consecuencia de esta falta de investigación es que en los protocolos y escalas con las que se mide el riesgo no solamos entrar como paciente a vigilar, o que nos prescriban tratamientos más ligeros basados en la falsa creencia de que no tenemos un riesgo alto. En factores de riesgo cardiovascular tradicionalmente relacionados con el hombre, como el tabaquismo o el estrés, las mujeres por desgracia estamos ya a la cabeza. En el tabaquismo, datos mediante, en el estrés, que cada una valore su entorno y juzgue por sí misma…
  • La posmenopausia y la bajada de estrógenos: esta etapa es de especial vulnerabilidad desde el punto de vista cardiovascular, al reducirse los niveles de los estrógenos, unas hormonas que son protectoras sobre las patologías cardíacas. En el caso de menopausias precoces es fundamental prestar atención preventiva coronaria.
  • Las mujeres cuidadoras nos cuidamos peor a nosotras mismas: Hemos hablado muchas veces del papel de cuidadoras que de forma voluntaria o forzosa tomamos las mujeres a lo largo de nuestra vida. Esto no solo repercute en un peor descanso y un agotamiento extremo, sino que además nos hace con frecuencia retrasemos nuestros propios controles de salud. Es más, incluso cuando somos diagnosticadas y tratadas, las tasas de adherencia a los programas de rehabilitación cardíaca son un 30% inferiores en el caso de las mujeres, señala la Dra. Fernández-Friera, bien por falta de tiempo o bien por falta de conciencia real del problema.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE UN INFARTO EN LA MUJER?

Si el hombre como principal afectado por los problemas cardíacos está anclado en el imaginario colectivo, los síntomas asociados a un infarto también: opresión intensa en el centro del pecho y brazo izquierdo también. De nuevo un problema para que el infarto femenino sea reconocido, ya que frecuentemente las mujeres presentan síntomas más difíciles de reconocer o atípicos, como malestar general, falta de aire, dolor en la espalda o mandíbula e, incluso, dolor torácico más leve.